Creer en uno mismo

ESTÁ BIEN

Está bien estar mal. Está bien descansar y no hacer nada, no producir, no obtener resultados. Está bien regresar al mismo lugar al que jamás creíste que volverías. Está bien escribirle de nuevo aunque dijeras que nunca más lo harías. Está bien no ser coherente, cambiar de opinión, dejar de tener las creencias que tenías. Está bien que no estés de acuerdo y que lo digas.

Está bien que estés harto, que tengas ira, vergüenza, que estés enfadado, que te sientas una víctima. Está bien ser lo que eres. Está bien no tener ganas de nada. Está bien llorar. Está bien no querer a quien te dijeron que había que querer. Está bien sentir lo que sientes. Está bien tener miedo y está bien no saber qué hacer con él. Está bien que te quejes y que de pronto, hoy, nada tenga sentido. Está bien confiar en tu corazón y hacer caso omiso de los dictados de tu mente. Está bien que decidas ser tú y que te niegues a ser lo que los demás esperaban que fueses.

Está bien dudar y no saber qué hacer. Está bien equivocarte. Está bien que pongas límites y que digas "no". Está bien que pienses en ti, está bien que no estés pensando siempre en los demás. Tu vulnerabilidad está bien y pedir ayuda también. Está bien recibir. Está bien no tener una meta definida. Está bien no saber para que estás aquí. Está bien que no puedas más. Está bien que tus preguntas no tengan respuesta. Está bien no saber qué decir.

Lo que eres es lo que necesitas ser para vivir esta experiencia y todo lo que hay en ti está bien, es lo que tiene que ser. No luches contra ti ni contra lo que te sucede, porque al hacerlo te estás juzgando, estás dejando de darte amor. Estás diciéndote que en ti hay error. Y no lo hay, todo lo que eres te sirve para tu evolución. Todo lo que eres está bien, acéptate. Acéptalo.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Johann Walter

Photo by Johann Walter

CREE EN TI

La religión de todos los hombres debe ser la de creer en sí mismos
— Krishnamurti

No importa lo que quieras alcanzar, da igual lo que estés buscando. Creer en ti será siempre el primer paso. El único camino posible. Creer en ti es la opción que te conducirá a la felicidad que andas buscando.

Nos enseñaron a depositar nuestra fe en lo externo. Aprendimos a creer en el gurú, en el libro, en el sabio, en la técnica. Aprendimos a creer, sí, ¿pero en qué? ¿en quién? Creer es entregar nuestra fe, es dar una parte de nosotros. Y entregar nuestra fe fuera sin haber construido fe en nosotros no nos llevará más que a la desconexión, al miedo, a la separación y a la frustración. Mucha frustración. 

Creer en ti es apostar por ti. Es tener fe absoluta en lo de dentro. Es darte valor por encima de todo. Es escucharte y priorizarte. Creer en ti es deshacerte de las dudas sobre tu capacidad, tu merecimiento y tu dignidad.

Creer en ti es dejar espacio a lo que tu corazón te dice. Escuchar tu voz interna y tener fe en ella, aunque no la veas, aunque desde fuera te digan que es falsa, incluso que es fea. 

Creer en ti es tenerte respeto. Es serte fiel por encima de lo externo. Creer en ti es mirarte y entregarte toda la fe que habías depositado fuera. Es devolverte lo que, sin duda, te corresponde.

Creer en ti es saber que puedes. Es animarte. Es, pese a la fatiga, el cansancio y las dudas, motivarte, darte palabras de cariño, abrazarte y recordarte siempre que eres importante. Muy importante. 

Creer en ti es verte con admiración, es ponerte en valor, es amarte y por supuesto, aceptarte. 

Creer en ti es ir de la mano contigo. Es hacerte caso y no dudarte. Sobre todo no dudarte.

Creer en ti es lo que te permitirá descubrir que desde el inicio, el Universo creyó en ti. 

Sin creer en ti, tu Padre no puede ayudarte porque sin tener fe dentro, no podrás tener fe fuera, porque "como es dentro, es fuera".

Cree en ti siempre y pase lo que pase.

Feliz presente, 

Almudena Migueláñez.

Photo by Ray Rui