PREGUNTAS

Fue el actor Santi Senso, quién, a través de uno de sus Actos Íntimos: "Casta, Peste y Eternidad", me invitó esta semana a hacer una reflexión que hoy comparto contigo:

Como una punzada en el corazón, le escuché preguntar al público por aquello que querían, que queríamos dejar atrás, aquello que desearíamos borrar de nosotros, eso que nos intoxica, nos pudre y nos aliena. ¿Qué hay en mi que no quiero que me siga perteneciendo, que no quiero arrastrar más? El eco de las respuestas fue el mismo: el miedo. En forma de rabia, ira, soberbia o vanidad, pero sosteniendo sus mil formas, un único monstruo: el miedo.

El drama es saber lo que sabemos y no tener ni idea de qué hacer con ello ¿Cómo alejarnos de nuestro propio miedo? ¿de que forma escapar de toda esa porquería interna que nos impide ser desde el amor? ¿sé cómo decirle adiós? En realidad, no podemos huir del miedo, tampoco rechazarlo, menos aún ningunearlo. El miedo es una herramienta de nuestro ego, y es un mecanismo muy útil para profundizar en el amor, en el verdadero sentido de lo que nosotros somos. Es el medio para aumentar nuestra dosis de paz, alegría, amor, compasión y perdón. Es el miedo el que nos puede conducir a descubrir la pureza de nuestra Alma.

Estoy segura de que te encantaría deshacerte del miedo que tienes a soltar y a confiar. Sé que el apego te está matando. Que tu rabia, odio o rencor hacia él te provocan malestar. Sospecho que tu miedo a cambiar, a no lograrlo, a no ser capaz, te paraliza.  Matarías por sentirte en paz, por no tener miedo a ser quién eres. Desearías que la sombra de tu miedo te olvidara sin más, pero verás, el miedo no puede desaparecer, solo se puede transformar y polarizar en su opuesto, el amor.

Esa transformación necesita de tu compromiso, de tu poder interno para decidir verte y ver con otros ojos, con esos que solo saben mirar con amor, perdón y compasión. Un compromiso que te lleve a recoger todo ese miedo y angustia, a abrazarlos y a reconocerte como algo mucho mayor que ese niño asustado. 

Todo lo que está en mi y que me gustaría que no estuviera, permanece precisamente por mi deseo de no verlo, de no transformarlo y de no integrarlo. Todo lo que está en mi y que me gustaría que no estuviera, me está pidiendo una dosis de mi amor y de mi compasión.

Creo que todos sabemos ya qué es lo que necesitamos dejar atrás, qué es lo que no nos permite ser nuestra mejor versión, pero quizá, es el momento ya de preguntarnos si aceptamos lo que queremos olvidar y si sabemos y estamos dispuestos a transformarlo en verdadero amor.

Feliz presente.

Almudena Migueláñez.

NO BUSQUES, ENCUENTRA

Todo lo que estás buscando allí fuera ya existe dentro de ti. Todo lo que estás buscando allí fuera solo podrá encontrarte cuando abandones la búsqueda y comiences a vibrar en sintonía con tu deseo. Atraes a tu vida lo que es semejante a tu vibración, no lo que buscas.

Te pongo un ejemplo, si en este momento de tu vida te encantaría tener pareja y encontrar a alguien que te ame y te dedicas a tener citas a ciegas o a salir todos los fines de semana y hablar con los Juanes, Migueles y Antonios que se te cruzan, pero interiormente no tienes ni idea de lo que es darte amor, ni te has parado a descubrir la relación de pareja que ya existe dentro de ti, entonces, siento decirte que ni todos los Albertos del mundo juntos podrán darte eso que buscas. 

Sin embargo, si te olvidas de lo que hay fuera, abandonas la búsqueda y comienzas un trabajo interno para sintonizarte con la vibración de tu deseo, descubrirás que todo existía dentro de ti, que no necesitas nada, que eres completo. Es precisamente en ese momento cuando te conectas a la energía del amor, la abundancia y la plenitud que en realidad eres y cuando puedes comenzar a permitir que lo que encaja con tu frecuencia vibracional te encuentre.  

La realidad es que tú lo tienes todo pero con tanta búsqueda no has podido darte cuenta. Buscas el amor como si no lo fueses ya, buscas que otro te haga feliz porque no sabes que la felicidad ya está dentro de ti. Estamos demasiado intoxicados con lo de fuera. Todo nos invita de forma frenética a desear, a querer, a que el otro nos de. Nos perdemos, nos salimos de nuestro centro y de nuestra relación interna, proyectamos escasez, ausencia, miedo a no encontrar y mucho apego.

Sea lo que sea que estés buscando, suéltalo, descúbrelo dentro y permite que su gemelo te encuentre.

Feliz presente.

Almudena Migueláñez.

 

 

MENTIRA

No es piadosa, nunca lo es. En la mentira no hay piedad ni buena voluntad. La mentira no es benevolente, no es bondadosa.

La mentira es miedosa, muy miedosa. Mentimos porque tenemos miedo a asumir, miedo a afrontar, miedo a ser quienes somos. Miento al otro y en realidad solo me estoy mintiendo a mi, porque ya sabemos que el otro no existe, porque sabemos que únicamente es un reflejo de lo que hay dentro de mi. Si te miento, me fracciono por dentro, me separo de lo que ahora estoy siendo y sintiendo, le digo no a lo que sea que en mi esté hirviendo. Si te miento, me rechazo y me niego. Si te miento, me miento.

Etiqueto mi mentira de piadosa y la justifico diciendo que no quiero hacerte daño. Mentira. Mi deseo de no herirte no puede llevarme a abrir una herida dentro de mi. Mi deseo de que no veas lo que me está ocurriendo, no es por el amor que te tengo, es por el miedo a que lo que te muestre, te separe de mi y me haga tener que asumir.

La mentira refleja lo alejado que estoy de aceptarme tal y como soy. Es un espejo de la falta de aprecio y de respeto a mi verdad, a mi necesidad, sea la que sea. 

La mentira solo es la consecuencia de nuestros propios juicios, de nuestra negación interna. No me gusta lo que he hecho, lo que pienso, lo que quiero y entonces miento, me justifico, me engaño y te intento engañar. Así, tú no podrás ver todo lo que soy, con mis miserias, mis incógnitas sin descubrir, mis errores y faltas, no sabrás quién soy, lo que me aturde, lo que me mueve por dentro, no te permitiré ver toda mi verdad, sea rica en luz o en oscuridad. 

Mentimos por falta de amor. Si mientes no te amas, no te aceptas. Si mientes es porque eres un juez inquisidor. La mentira es ego, como no.

Si te mientes y si mientes, perdónate. 

Feliz presente.

Almudena Migueláñez.

 

 

RESUCITAR

Renacerás cuando dejes de creer a tu ego.

El miedo no te permite descubrir tu verdadera naturaleza, tu potencial. El miedo te intoxica y paraliza, te engaña, te prostituye y te aliena. Si te identificas con lo que no eres, si te lo crees, nunca podrás ser feliz, nunca sabrás quién hay detrás de ti. La Pascua simboliza una nueva vida, la liberación de la esclavitud del ego.

Celebrarás tu resurrección al perdonarte y perdonarle. 

Soltar de una vez tu resentimiento, liberarte del peso de juzgar y de juzgarte, porque tú no eres quien para declarar culpables, porque a ti la Vida te ve como un niño inocente y confía en que serás capaz de descubrirte. Perdonarte es el primer paso para poder enamorarte.

Resurgirás cuando sepas amarte de la misma forma que te ama el Universo.

Cuando dejes de mirar fuera, cuando vuelvas a tu hogar y te reencuentres contigo mismo. Cuando te enamores de ti, cuando descubras el verdadero sentido de la incondicionalidad, sabiéndote inmortal e inocente, entonces renacerás a una nueva vibración.

Vas a volver libre de heridas si aprendes lo que es el desapego, si sabes no desear.

Suéltalo, sea lo que sea a lo que estés enganchado, déjalo ir. No te das cuenta pero con tu apego y con tu deseo estás impidiendo que la Vida se cumpla, que se obren milagros y que descubras todo lo que está por venir. Por favor, deja ir. Haz espacio dentro de ti. Recuerda que no posees nada, que solo te tienes a Ti.

La aceptación te libera del sufrimiento y de la cruz.

Dejar de luchar y aprender a aceptar. Saber que hay algo más grande que tú, que lo que sucede en tu vida es lo que tiene que suceder. Aceptar no es resignarse. Aceptar es permitir lo que ocurre en el presente y empoderarte, es no darte golpes y no enfrentarte para poder así transformarte.

Resurgir es servir.

Todos tenemos un servicio que hacer, una labor que cumplir, un propósito y un fin. Cuando lo que haces sirve al otro y es manifestación del amor que habita dentro de ti, entonces le otorgas a tu vida un valor que te nutre, que te hace inmensamente feliz.

Tu renacimiento es agradecer.

Agradécelo todo, cada proceso, cada experiencia por muy dolorosa que haya sido. Da las gracias porque ha servido, porque has aprendido, por todo lo que te ha permitido. Da gracias por tu nueva Pascua, por tu renacimiento, por tu liberación.

Feliz Pascua de Resurrección.

Almudena Migueláñez.

 

 

 

 

AMA

"Cuando logras amar conscientemente sin caer en la trampa de la biología, entonces no te enamoras sino que te elevas en el amor" OSHO

Amo cuando no quiero:

Amar es distinto a querer. Amamos desde el Alma, queremos con el corazón y a veces el corazón no puede abrirse al amor porque está cubierto de dolor. Amar implica ser emocionalmente libre. El amor brota cuando he gestionado mi escasez y mi dependencia emocional: mi miedo, mis expectativas, mi necesidad, mi deseo y mi apego, mi posesión y mis celos.

Amo porque es lo que soy:

Amar no es una opción, no podemos elegirlo. Amar es permitirme irradiar lo que naturalmente ya existe dentro de mi. Por eso, para poderme manifestar en el amor, primero he tenido que despertar amándome. 

Amo si me amo:

Es la única condición. Yo no sé amar a otro si no sé lo que es amarme. Yo no sé lo que es desear por encima de todo que el otro se cumpla y sea feliz si yo no sé lo que es desear por encima de todo cumplirme y ser feliz.

Amo porque no necesito:

Amar es la libertad. Es nuestra capacidad para valorar y respetar, para ver al otro como lo que realmente es y no como lo que queremos que sea. Amar es no esperar, es no necesitar que el otro me dé.

Amo, sin más:  

Amar es dejar, es permitir, es no controlar. Es altruismo puro. El amor no tiene propósito y tampoco tiene razón. 

Amo porque sé que no poseo:

Solo podemos amar cuando nos damos cuenta de que no poseemos nada, de que el otro no es nada nuestro. De que todos somos, de que solo compartimos, de que solo nos reflejamos.

Amo cuando no estoy ciega:

El amor no es ciego, ni mucho menos. El amor ve perfectamente. Somos nosotros los que estamos ciegos. Los que queremos ver lo que no es y los que, constantemente, no nos permitimos ver lo que es.

Amo desde el autoconocimiento:

El amor brota en nosotros como consecuencia de un camino de autoconsciencia. Un camino interno de descubrimiento y conocimiento. Al realizar esta andadura, nos abrimos a descubrir el Alma. 

Amo porque no pienso:

Mi mente juzga, clasifica, decide, duda, limita. Amar necesita de fe y confianza, no de mente. Si pienso no amo. Si creo no amo. Si razono no amo.

¿Estás preparado para amar?

Feliz presente.

Almudena Migueláñez.

ME PERDONO

Me perdono.

Por mi exceso de autonomía y por mi mente crítica, me perdono.

Me perdono por depender del otro, por limitarme y por rechazarme. Me perdono por no escucharme, por no respetarme, por no ayudarme.

Me perdono por mis resistencias, por todas las veces que me niego, por cada emoción que contengo. Me perdono por haber creído que no me lo merezco, por cada juicio, por cada palabra de odio y resentimiento. Me perdono por llamarme culpable.

Me perdono por no habérmelo permitido, por no haber vivido. Me perdono por no darme placer cuando lo necesito, por no amarme, por no mirarme. Me perdono por no mimarme y por no abrazarme.

Me perdono por intentar ser perfecta y por no aceptarme. Me perdono por apegarme, por engancharme, por creer que soy incompleta. 

Me perdono por castigar a mi cuerpo, por no respetarle y por no amarle. Me perdono por creer a mi mente, por dudar de mi corazón y por no escuchar mi intuición. Me perdono por no creerTe, por no entregarme y por dudarTe.

Me perdono por creer en el miedo, por mi impaciencia y mi exceso de deseo. Me perdono por abusar de mi, por llevarme al extremo. Me perdono por cada "no puedo". 

Me perdono por no darme lo mejor para mi, por exigirme y por no escuchar lo que siento. Me perdono por darme relaciones que en realidad no quiero, por trabajar en lo que no amo, por hacer lo que, de corazón, sé que no deseo.

Me perdono por mi rigidez y mis trajes, por lo que hice y por lo que haré, por equivocarme y en su momento, no perdonarme. 

Feliz presente.

Almudena Migueláñez

 

 

 

 

ME DESPIDO

Me aparto del camino, por fin decido dejarte espacio para que puedas cumplirte en mi.

Me despido, te dejo libre, me dejo ir. 

Después de todos estos años, hoy, por fin, me despido. Digo adiós a cualquier apego, a todos mis deseos, a mi murmullo constante, al incesante "no puedo". Hoy os dejo ir.

Adiós a mi mente fluctuante, dubitativa, obsesiva y limitante. Adiós a mi juicio inquisidor, a mi dictador. Hoy me despido de todo sufrimiento, auto castigo y crítica que hayan existido en mi. Hoy me llevo tu soberbia, tu cansancio y tu desconfianza, tu victimismo y tu falsa soledad. Hoy entrego todo lo que no me sirve, todo lo que me hace daño, todo lo que me impide ser feliz. Hoy me despido, te dejo libre, me dejo ir.

Me retiro de la lucha, ya no quiero más combates, he aprendido que se trata de vivir. Renuncio a querer ser quien no soy, me despido de mi falsa imagen. Hoy, por fin, digo adiós a las necesidades, a todo aquello que creo que me falta y a todo aquello que pensé que debía de ser pero que no soy. Se va y dejo ir el futuro que no es y el pasado que ya fue.

Me despido sin lágrimas y con perdón. Mi adiós es una muerte necesaria para mi resurrección. Me despido para poder descubrir quién soy y sabiendo que mañana habitaré en una nueva casa interior. Digo adiós para poderme cumplir, sin apegos, sin miedo, sin enganches y sin control, sin ningún control.

Esta muerte trae consigo un nacimiento, una primavera, una oportunidad. Esta despedida no es sino con una bienvenida, una nueva energía. Con este adiós me aparto del camino para poder caminar, me aparto del miedo para poder amar.

Hoy es último día del año, hoy debemos dejar atrás...¿de qué te despides?

Feliz presente.

Almudena Migueláñez.