Ser uno mismo

NO QUIERO

No quiero ser lo que los otros esperan que sea. No quiero someterme a las expectativas de fuera, tampoco a las que yo misma he ido depositando sobre mí. No quiero reprimir mis necesidades ni ocultarme, tampoco quiero tapar partes de mí por miedo a ser juzgada o a que me rechaces.

No quiero volver a fingir para que tú estés satisfecho. No quiero decir “sí” cuando mi interior grita “no”. No quiero seguir alimentando una idea falsa de quien soy. No quiero ser quien me gustaría ser. Quiero atreverme a ser quien realmente soy. No quiero mentirme a mí misma y no quiero dejarme a un lado para que ese espacio lo ocupes tú. Quiero estar en mi sitio, verte a ti en el tuyo y que desde ahí, construyamos algo que podamos compartir.

No quiero seguir enfadándome conmigo misma por cualquier cosa, por no haber dicho lo que "debía" decir, por no haber estado disponible, por haber mostrado mi enfado, por mis silencios, por mi cansancio o por haberme atrevido a tener otra opinión. No quiero ser exigente conmigo misma, tampoco quiero esperar nada de mí. No quiero luchar por superar mis miedos ni tampoco quiero quitarme de encima mi oscuridad. Quiero aceptarla y otorgarle un lugar en mi interior. Quiero aceptarme completa, así, tal y como soy.

No quiero que la opinión que los demás tienen sobre mí me someta. No quiero seguir esforzándome por demostrar y demostrarme que soy valiosa. No quiero poner cruces a mi cuerpo. No quiero negarle el placer que se merece. No quiero seguir justificando lo que hago y lo que soy. No quiero hacerme daño. No quiero continuar juzgándome y tampoco quiero desconfiar. No quiero volver a luchar contra mí misma ni contra lo que ocurre en mi interior.

Quiero ser yo. Quiero estar en paz conmigo misma. Quiero sentirme completa. Quiero respetar y abrazar mi imperfección.

Dejar de intentar ser lo que no somos y responsabilizarnos de lo que no queremos, puede ayudarnos a descubrir en la piel lo que significa amarnos de verdad.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Conscious Design

TÚ MISMO

Puedes ser tú mismo si has aprendido a reconocerte de forma plena, si te has permitido abrazar todas tus partes, si las aceptas y si las amas incondicionalmente. Si te aprecias y te respetas, si escuchas tus necesidades y si eres capaz de atenderlas. Si te has reconciliado con la persona que ves en el espejo y si estás en paz con ella. Si no pretendes ser alguien diferente de quien, de hecho, eres y si, por encima de todo, te quieres.

Puedes ser tú mismo si ha dejado de importante lo que los demás esperan y opinan de ti. Si has asumido la responsabilidad de honrarte y de cuidarte. Si te has deshecho de todo lo que te aleja de ti, de todo aquello que, de alguna manera, te separa de quién realmente eres. Puedes ser tú mismo cuando te asumes y cuando eres capaz de verte de manera completa, con tus luces y con tus sombras. Cuando tu oscuridad y tus vergüenzas han dejado de asustarte, y cuando no tienes ninguna intención de ocultarte. Eres tú mismo cuando caminas acompañado de lo que sientes, cuando te permites ser vulnerable y cuando, pese a todo, continúas creyendo en quién eres.

Ser tú mismo es aceptarte y expandirte. Es permitirte habitar en el ser maravilloso que eres. Es el resultado y la consecuencia de un acto constante de reconocimiento y de apreciación interna, de dejar que brille tu esencia. Ser tú mismo es responsabilizarte de ti, es regularte, sabiendo hasta dónde llegas y aceptando cuáles son tus límites. Ser tú mismo no debería de ser una posibilidad sino una obligación incuestionable, porque si lo que quieres es ser alguien diferente de lo que ya eres y tener una vida distinta de la que tienes, entonces deberías tener presente que para crecer y transformarte, primero tienes que reconocerte, aceptarte y amarte tal y como ahora eres. Porque solo la opción de permitimos, de sostenemos y de apreciarnos tal y como somos puede, de verdad, servirnos para vivir esta experiencia con el mayor sentido y de la manera más intensa y plena.

Lo que nos está impidiendo ser nosotros mismos es el miedo a no ser aceptados y amados por los otros, es la creencia de que lo que somos no es ni válido ni suficiente, y es ahí donde está el problema. Condicionamos nuestro reconocimiento interno a que los demás nos reconozcan, dejamos a un lado nuestras necesidades y nuestra esencia creyendo que importa mucho más responder a los juicios y a las proyecciones que existen fuera. Ahí está el problema. Como dice el Maestro Thich Nhat Hanh: "Ser hermoso significa ser tú mismo. No necesitas ser aceptado por otros. Necesitas ser aceptado por ti mismo".

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Craig Philbrick

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