Soltar y dejar ir

INSPIRA

Ten prisa por vivir la vida. No pienses. No te quedes enganchado en tu discurso interno. Suelta. Camina ligero. Despréndete del peso infinito de tu ruido interno. Medita y conviértete en un testigo de ti mismo. Así, serás consciente y completamente libre. Así, tu mente Divina, la dueña de la Verdad y de la certeza, despertara y transformará por completo tu vida.

Mira dentro. No continúes escapando. Huir de ti mismo nunca es el camino. ¿Por qué te tienes miedo? Afróntate y observa lo que te está pasando. Mírate sin juicio, solo desde el respeto y desde el cariño. No puedes seguir creyéndote el miedo. Hacerlo solo te devolverá soledad, debilidad y una angustia extrema. No puedes continuar hasta que no honres todo lo que eres. No puedes. Juega. Quizá no lo creas, pero permitirte ser un niño puede ser tu gran salvavidas. Siente. No escapes. Son tus sentimientos, todos, los que pueden guiar tu camino, los que te darán solidez y fortaleza interna. Sentir, empodera.

Responsabilízate de tus necesidades y de tus sueños. No continúes esperando a que ocurra algo, a que se dé el milagro. No te quedes de brazos cruzados. No existe un Universo fuera. Tú eres el único que puede crear esos sueños. Afírmate, no quieras ser una copia. Sé quien realmente eres. Mantente receptivo y abierto. Disponible. Dile a la vida: "permito que lo que busco, me encuentre".

Brilla. Tu luz se necesita y más en este momento en el que la oscuridad y el miedo avanzan con prisa. No te quedes en lo superficial, en lo que el otro te puede dar. Lo más poderoso de una relación es que seas libre y puedas generar la intimidad suficiente para poderte transformar. En la intimidad hay algo único, sagrado. Algo difícil de explicar.

Trabaja con el miedo, conócele para que te puedas liberar de él. Salir corriendo no le va hacer desaparecer. Será justo al revés. Recuerda que aquello a lo que te resistes, persiste. Abrázate, ámate, cuídate. A lo mejor ni sabes por dónde puedes empezar a hacerlo. Comienza por cambiar lo que te dices en el espejo, sustituye reproche y juicio por perdón y reconocimiento.

Muestra tu mejor versión. La más elevada. La que te hace ser más grande, más generoso, más compasivo. Sonríe aunque tu mente te diga que no tienes motivos. Los tienes, aunque solo sea uno, pero es desde ahí, desde donde podrás crear razones y motivos infinitos.

Expira, deja ir con tu exhalación el caos y el ruido de tu mente. Inspira y recoge, con tu inhalación, la vida. Vuela con tu corazón y con tu mente.

Feliz verano,

Almudena Migueláñez

Photo by Josh Massey

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NO SE TRATA DE ESO

No se trata de luchar ni de sacrificarse, sino de aceptar sin resignarse, porque aceptar te da libertad y poder para cambiar y para transformarte. No se trata de dar sin medida y con exceso, ese dar está intoxicado por la condicionalidad y por el miedo. La generosidad real es un estado de abundancia interno que te regala el poder de dar y recibir al mismo tiempo.

No podemos continuar luchando contra el miedo, no se trata de eso. El miedo necesita atención, amor, y reconocimiento. No queramos que muera ni que desaparezca. Démosle abrazo. No le tengamos miedo, así, evitaremos que crezca y que se convierta en resistencia.

No se trata de ser lo que debes de ser, tampoco lo que los demás esperan que seas. No se trata de ocultarte para que te quieran. Se trata de respetarte y de honrarte, de permitirle brillar a la persona tan maravillosa que eres. La única forma de estar en paz y de crear una vida ausente de proyecciones es ser quien realmente eres.

No se trata de objetivos ni metas sino de cómo vives hasta llegar a ellas. No podemos permanecer en lo que está por venir porque sólo en el presente podremos crear y construir nuestro futuro. Se trata de aprender a estar aquí. Dejemos de vivir en la mente.

No se trata solo de entender o de saber el porqué, tampoco de hacer y de hacer. Se trata de sentir y de ser. Muchas veces, no encontraremos ni razones ni respuestas aunque las haya. Se trata de ser valientes e incorporar el “no sé”. Se trata de cultivar la capacidad de quedarnos quietos para que haya espacio y las respuestas que andamos buscando se nos revelen.

No se trata de no pensar sino de no creer lo que te dice tu mente. No se trata de perder el control sino de entregar tu preocupación a la parte de tu ser que tiene el poder de cuidarte y de protegerte. No se trata de esforzarte hasta la extenuación sino de aprender a escucharte, a respetar tus límites y darte amor.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Julentto Photography

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