No permitas que el miedo te arrastre. No dejes que asuma las riendas de tu vida, no te creas lo que te dice y, por favor, no le des espacio para que te asuste. No olvides que tu miedo solo necesita amor, solo te está pidiendo ayuda. No permitas que la vida pase sin haber hecho todo lo que está en tu mano para cumplirte, para mostrarle al mundo tus dones y tu potencialidad. No te permitas creer que eres pequeño y limitado, nunca pienses que no vas a poder. Ocurra lo que ocurra, recuerda que tú eres un ser divino y sagrado que está paseando por esta vida para expandirse y para brillar.
No permitas que los juicios de los demás te hagan dudar. No permitas que desde fuera te intenten hacer creer lo que no eres. No permitas que sus miedos sean tu verdad, no pienses que si ellos no lo lograron, tú tampoco podrás. No dejes que su falta de fe y confianza te intoxique. No permitas que te hagan sentir pequeño o insignificante. Tú eres valioso, poderoso, e importante.
No renuncies a tu libertad, por favor, no te lo permitas. Tu mente representa tu capacidad para crear. Eres libre de pensar y de ser lo que quieras. No abandones tus sueños ni tus deseos de volar. No permitas que tu libertad se convierta en algo por alcanzar. Vive libre, esa es tu gran responsabilidad. No te sometas, nunca lo hagas, nunca pliegues tus alas.
No te permitas una vida ausente de risas, de juego y de placer. Para, escúchate, hónrate, y descansa. Deja ir el victimismo, el juicio y la falta de fe en ti mismo. Dile adiós a la queja, y a la tendencia a huir de lo que, ahora, te está pasando. No le des poder al pasado, no te enganches a un futuro que todavía no ha llegado. Permítete vivir en el presente, y si no lo consigues, revisa los miedos que te has creído y que no te dejan fluir, soltar y confiar en que, siempre, eres guiado y protegido.
Cree en ti y reconoce todo lo que has logrado. Permítete lo que sientes, llora, grita y haz lo que creas necesario. Escucha tu corazón porque es ahí donde está tu hogar, donde siempre encontrarás refugio, donde todo encuentra su sentido. No te permitas ni un día más sin mirarte, sin reconocerte y sin apreciarte. No vuelvas a elegir lo que no te hace bien, no te hagas daño. Tú mereces todo lo mejor, jamás deberías olvidarlo.
Permítete la vida que sueñas, recuerda que solo tú eres su creador.
Feliz presente,
Almudena Migueláñez.