UN NUEVO SENTIDO

Siempre he creído que el sacrificio, al final, se convertiría en recompensa. Que en la vida hay que luchar, que el esfuerzo y la carga, que la cruz, la llevamos todos en nuestras espaldas. Siempre he creído que para recibir amor del otro, yo tendría que cambiar. Creía que mi intensidad era un defecto y un error, que Dios era un señor al que se podía acudir solo para cosas importantes, que perdonaba pecados, que otorgaba milagros, a veces sí y a veces no. Siempre he creído que las cosas en la vida había que ganárselas y que yo, siendo como soy, difícilmente podría tener una relación. Creía que querer al otro era mucho más importante que quererme a mí. Siempre creí en la culpa, en el pecado y en el juicio, en el “deber ser” y en el “tener que”. Siempre creí que yo debía de ser lo que se esperaba de mí. A lo largo de los años, cada una de esas creencias, le fue otorgando una dirección y un sentido específico a mi vida. Ahora, soy consciente de que mis verdades internas determinan siempre el rumbo de mis experiencias.

Y en estos días, en los que me pregunto sobre lo que me motiva, sobre cuál es el sentido de mi vida, me doy cuenta de que encontrarlo me exige desprenderme de todas aquellas verdades y creencias que me limitan y que me hacen pequeña, que no se corresponden con la persona que soy ahora. Creer que todo es una oportunidad, que la Vida siempre conspira a mi favor, que soy valiosa tal y como soy, que no tengo que cambiar para que me quieran, que soy inocente, que todo es posible, que Dios está dentro, que nunca estuvo fuera, que merezco todo lo bueno sin limitaciones ni peros, que mi intensidad es poderosa, que el Universo no juzga, que los milagros son un derecho, que soy amor o que el miedo solo es su ausencia, me da, sin duda, un nuevo sentido a mi vida, una nueva dirección, una nueva perspectiva.

Nuestras creencias tienen el poder de elevarnos y de conducirnos a una vida plena y llena de sentido, o por el contrario, pueden empujarnos a una experiencia limitada, vacía y sin significado. Durante este año, estamos teniendo la oportunidad de derrumbar y de dar muerte a estructuras internas que ya no nos sirven para continuar con nuestro proceso de evolución, y ahora, ha llegado el momento de dejar morir todas las creencias y verdades en las que esas estructuras se estaban sosteniendo.

Mañana, 14 de diciembre, tendremos un Eclipse total de Sol (la Luna, símbolo de nuestro inconsciente va a ocultar al Sol, símbolo de nuestro consciente) en el Signo de Sagitario. Una Luna Nueva que abre el inicio de un ciclo al que necesitamos acceder libres de todas esas verdades que nos impiden comenzar de cero, que nos impiden abrirnos a nuevos horizontes. Necesitamos sostenernos en creencias que nos permitan darle un nuevo sentido a esta experiencia. La dirección está cambiando, el sentido también, estamos experimentando profundos cambios. La flecha marca un nuevo horizonte, una nueva vida en la que el sistema de creencias limitado y basado en el miedo necesita ser eclipsado.

¿Qué da sentido a tu vida? ¿De qué creencias necesitas desidentificarte? ¿Qué nuevas verdades debes incorporar?

Feliz Luna Nueva y feliz vida.

Almudena Migueláñez.

Photo by Pablo Lapenta

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