LUNA NUEVA en CAPRICORNIO y ECLIPSE PARCIAL

El pasado 6 de enero tuvimos una Luna nueva en el signo de Capricornio que vino acompañada de un Eclipse parcial de Sol. Las lunas nuevas suponen, para todos, un inicio de ciclo. En esta ocasión, esta lunación se ha dado junto a Saturno, Plutón y el Nodo Sur en Capricornio. 

Los Nodos lunares son unos puntos matemáticos en los que se une la eclíptica solar y la órbita de la luna y que representan nuestra evolución. El Nodo Sur o cola de dragón  simboliza nuestra zona de drenaje o eliminación, lo ya conocido y que, de alguna manera, deberemos dejar atrás para dirigirnos hacia el Nodo Norte o cabeza de dragón, que representa ese proceso que nos es desconocido y que nos servirá en nuestro camino de evolución. Actualmente, y durante los próximos 16 meses, los Nodos estarán en los signos de Cáncer (Nodo Norte) y Capricornio (Nodo Sur).

La Luna Nueva y el Eclipse de la pasada semana nos hablan de un inicio de ciclo que viene acompañado de la necesaria eliminación de todo aquello que no nos sirve, que de alguna manera nos drena y no nos deja avanzar en nuestro camino evolutivo. Eso que va a ser eclipsado tiene que ver la energía de Capricornio (Nodo Sur), y ese espacio hacia el que nos dirigimos y que va a suponer un paso más en nuestra evolución, tiene que ver con la energía de Cáncer (Nodo Norte).

¿Qué tenemos que eliminar? la energía más baja de Capricornio que viene representada por la rigidez, las estructuras, el sacrificio y el "deber ser", el "tener que" desconectado de nuestras necesidades internas. Viejas estructuras serán eclipsadas, eliminadas para dejar espacio a una forma de vivir mucho más conectada a nuestras verdaderas necesidades. Mucho más en sintonía con el ser, en vez de con el deber ser. Mucho más alineada con el proceso de autocuidado, de nutrición y atención a nuestros sentimientos. Una forma de vivir dirigida a construir nuevas estructuras que surjan como resultado de la escucha interna, de la atención a lo que somos y sentimos, del compromiso con aquello que necesitamos. 

 ¿Qué debemos integrar para poder avanzar y evolucionar? la energía más elevada de Capricornio que nos habla de responsabilidad, compromiso y capacidad para poner límites y decir “no”. Una responsabilidad y un compromiso que ahora deberán dirigirse hacia nuestro interior. Ser nuestro propio padre, respetando nuestros límites, sabiendo decir “no”, asumiendo la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos y de ser desde el poder que nos otorga la vulnerabilidad. En esencia, darnos lo que de verdad necesitamos con independencia de lo que venga de fuera, de lo que autoridades externas a nosotros nos exijan o demanden. 

¿Hacia donde nos dirigimos? Hacia el proceso simbolizado por el singo de Cáncer, donde se encuentra el Nodo Norte. Hablamos de un camino esencialmente interno. Cáncer simboliza la madre, la nutrición y el alimento. Cáncer habita hacia dentro, es el sentimiento. Por tanto, será necesario, en ese camino de evolución, que aprendamos a ser nuestra propia madre (Cáncer) y también nuestro propio padre (Capricornio). Que aprendamos a cuidar de nosotros y a responsabilizarnos de lo que somos y de lo que sentimos. Que abandonemos el victimismo característico de la energía más baja de Cáncer y que seamos capaces de escucharnos, de atendernos y darnos cobijo. Que nuestro “deber ser" solo sea el reflejo de la conexión con el “ser”. Que nuestro impulso para materializar en la vida externa surja como resultado de un impulso interno, que brota de nuestro útero, de nuestra verdadera y más íntima necesidad.

Éste será un camino lleno de oportunidades y de retos que nos exigirá escucha interna, presencia y atención a nuestra vulnerabilidad. Un camino que nos pedirá capacidad para sostener y dar forma a lo que sentimos y de verdad necesitamos, y que, además, nos permitirá construir una nueva conexión con nosotros mismos, mucho más auténtica y poderosa.

Disponemos de una gran oportunidad para levantar los cimientos de una casa interna llena de luz, sostenida por el respeto y el cuidado de nuestras más íntimas necesidades.

Almudena Migueláñez.

Photo by Celso Oliveira

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