Esa ha sido la palabra de esta semana y será, sin duda, la de los próximos meses: pasión.
Venus, planeta del deseo ha comenzado a transitar por el signo de Escorpio, cuyas palabras clave son intensidad, entrega, pasión, transformación, alquimia, sexualidad como camino para la transmutación y fusión con el otro, muerte y regeneración.
Deseo y pasión. Y desde hace unos días me pregunto si de verdad estamos conectados con aquello que nos apasiona, con lo que de verdad deseamos. Con eso que nos despierta por dentro y hace que nos elevemos. Con lo que nos proporciona placer auténtico.
La pasión nos da valor, nos saca de las tinieblas y nos hace brillar. La pasión es un gran catalizador de nuestras emociones más poderosas. A través de ella manifestamos intensidad, poder, y una infinita capacidad de transformación. Vivir apasionados es vivir de lleno, en sintonía con nuestro poder personal y con nuestra creatividad. Hacer y vivir con pasión debería ser nuestra prioridad, casi nuestra obligación. Sin embargo, parece como si la inercia nos arrastrara a una vida neutra, lineal. A una vida carente de fuerza, de arranque, de poder. A una vida ausente, llena de “debes” y vacía de pasiones, de placeres. ¿Por qué? porque tenemos demasiado miedo a brillar, demasiada desconfianza en nuestro poder personal, demasiada rutina, demasiada apatía, demasiada falta de fe en lo de arriba. Porque ni siquiera nos paramos a sentir, porque nos hemos ido distanciando de nosotros mismos y de nuestra guía interna. Porque vivir apasionados implica tomar decisiones. Porque la pasión necesita de mucho amor. Porque conlleva una entrega total y no estamos dispuestos a entregarnos y a abrirnos en canal.
Necesitamos recuperar el placer, sentirnos de nuevo apasionados para así incrementar la luz en nuestra vidas. Debemos aprovechar esta nueva oportunidad, este portal energético para reconectar con lo que nos es motivador, apasionante y placentero.
Piénsalo. ¿Te imaginas vivir una vida llena de pasión? Cierra los ojos, conecta con aquello que te apasiona, que despierta en ti el placer, que te sacude por dentro, y que ese sea tu foco, tu intención, tu deseo de manifestación. Tienes energía disponible para poder hacerlo.
Te deseo una vida llena de pasión.
Feliz presente,
Almudena Migueláñez