Como un disco rayado: Deja de buscar, todo lo que necesitas ya lo tienes dentro. Deja de buscar, todo lo que necesitas ya lo tienes dentro. No lo voy a negar, siempre me pareció una frase profunda y preciosa, de esas que, si vas a dar una charla, una conferencia o en cualquier terapia que se precie, debería soltar para que el resto de mortales recibieran su profunda sabiduría, aunque en el fondo yo no llegara ni tan siquiera a oler su significado. Te diré algo, a mi mente esa frase le rechinaba ¿Cómo que lo tengo dentro? ¿dentro exactamente dónde? ¿dónde tengo yo mi necesidad de tener más dinero y de liberarme de ese trauma tan grande? ¿dónde? busco y busco pero aquí dentro yo no soy capaz de ver más allá de mi angustia porque necesito y no tengo. No tengo la novia que quiero, no he encontrado el trabajo que me hará grande ni la felicidad que me da libertad y me expande.
Vayamos por partes. Para profunda desgracia de todos los seres humanos, se nos ha enseñado desde muy pequeños a vivir hacia fuera. ¿Por qué? cualquier día hacemos un debate. Vivir hacia fuera es lo mismo que vivir sólo desde lo masculino. Lo que existe fuera de mí es algo potencialmente alcanzable si yo me esfuerzo, si yo trabajo, si yo lucho, si yo hago. De igual manera, rara es la persona que no haya crecido creyendo que es incompleta, que siempre le va a faltar algo. La frase: “en la vida no se puede tener todo” está taladrada en el inconsciente colectivo y en el café de los domingos. Esa maldita frase nos lleva a concluir que siempre necesitaremos y que no siempre alcanzaremos. Nos hunde.
Abandonemos por un momento la relación hacia fuera, horizontal y futura y pongamos atención a nuestra relación presente y vertical, hacia arriba o hacia abajo, da igual. En mi relación vertical hacia arriba, es decir, hacia “Papá Universo”, yo no soy más que una extensión suya, estoy unida a Él a través de mi séptimo chacra. En mi relación vertical hacia abajo, con “Mamá Tierra”, yo no soy más que una vasija receptora de toda la abundancia y amor que asciende por mi primer chacra. Tú y yo formamos parte de un Universo absoluto, somos ese Universo, y por tanto, somos también un espejo, un reflejo exacto, un gemelo idéntico. Si soy un gemelo idéntico, Yo Soy abundancia, felicidad, amor, plenitud, paz, sabiduría, bla, bla, bla. Efectivamente, ¡todo lo tengo dentro!
Lo que ocurre es que nos hemos confundido en dos aspectos: el primero de ellos en dónde buscamos. Atento: ni una pareja, ni un hijo, ni todo el dinero del mundo, ni el ascenso ni el cambio de profesión (todo eso está fuera de ti) van a lograr otra cosa que embaucarte en la sensación de que la vida se basa en logros externos, en la buena suerte y en tu esfuerzo. Pero verás, es justo al revés. Para que en tu vida exterior todo fluya con equilibrio, sin lucha ni sobre esfuerzo, te tienes que ocupar de activar lo que eres y tienes dentro, así, lo de fuera será un reflejo auténtico. Nunca es antes lo externo. Si creo que mi necesidad es tener lo que sea, más dinero, una casa o un hijo y que al satisfacerla voy a desplegar estados internos maravillosos me estoy equivocando de lleno. La felicidad o la paz o la abundancia, da igual, no existen porque tengas, porque logres o porque alcances, existen porque son lo que eres, lo que serás y lo que fuiste.
El segundo error se encuentra en lo que buscamos. Necesitamos saber cuál es nuestra necesidad real, interna. Te adelanto que, debido al cambio de Nodos Lunares ( de Acuario-Leo han pasado a Capricornio-Cáncer), ésta será una demanda a satisfacer por cada uno de nosotros. Si haces el ejercicio de parar, cerrar tus ojos y preguntarte: ¿realmente cuál es mi necesidad? te darás cuenta de que tu necesidad real dista mucho de tus creencias sobre lo que necesitas. Tu respuesta va a pedirte paz, sosiego, amor, confianza, entrega, serenidad o algo similar. Como te dije antes, todo eso ya lo tienes, siempre ha estado ahí para ti, pero nunca le has prestado atención porque tu foco ha estado fuera. Solo debes escucharte, cuidar de ti como si fueras tu propia madre, vivir desde el sentir, y conectar con el silencio. Con eso, ya lo tienes hecho, y entonces sí, sabrás que todo lo que necesitas, no tienes que buscarlo, solo disfrutarlo.
Pregúntate por tu necesidad real, asume la responsabilidad de ocuparte de ella y de cuidar de ti desde dentro. De aquí en adelante, todos necesitaremos integrar el proceso de Cáncer.
Feliz presente,
Almudena Migueláñez