Un don, un talento, una dádiva, una cualidad que es tuya y te pertenece. Un regalo que te da la vida. Tus talentos son esas características que te hacen único y que tu Padre Divino te ofrece. Y lo hace por un motivo, para que los reconozcas en ti y puedas compartirlos, expandirlos, hacerlos más grandes, inmensos.
Cuando en la consulta pregunto: ¿Cuál es tu talento? ¿qué tienes tú que te hace único? me sorprende nuestra incapacidad para reconocernos talentosos y llenos de dones. Me sorprende la admiración que podemos sentir hacia el otro, y la ceguera para con nosotros mismos. Me sorprende la facilidad que tenemos para ver nuestras faltas y errores, y nuestra ilimitada limitación para sentir admiración por nuestras talentosas luces. Me sorprende, y también me entristece porque todos hemos sido bendecidos con talentos y dones. ¿Estamos tan alejados de nosotros mismos como para no vernos? ¿De verdad creemos que no tenemos nada único y genuino? Si es así, por favor, rectifiquemos.
Todos tenemos un don, un talento, uno o un millón. El que sea, pero no olvides que lo tienes. ¿Por qué no lo buscas? ¿por qué no te centras en explotar tu brillo en vez de fijarte tanto en lo que no tienes?
Nuestros talentos deben ser reconocidos y aceptados, y lo digo sabiendo que aceptar nuestro brillo no es tarea fácil. “San miedo” suele recordarnos que brillar no es bueno, al oído nos dice “quién eres tú para creer que eres valioso, único y talentoso”. Pero verás, tanto tú como yo somos más sabios que el miedo, y por eso ahora te pido que me hagas caso, estás lleno de talentos y de brillo.
Después de aceptar, se trata de asumir, sí. Asumir la responsabilidad de expandir y multiplicar tu talento. No sirve de nada reconocerte y aceptarte si después no asumes la responsabilidad de compartirte y expandirte. Por esta razón tienes un don, para servir al Universo explotando al máximo lo que Él te regaló.
Te invito a que reflexiones sobre cuál o cuáles son tus talentos y dones. No es necesario que bailes ni que cantes. Después, por favor, observa si dedicas tu vida a expandirlos y hacerlos grandes.
Feliz presente,
Almudena Migueláñez.