¿DÓNDE SE ESCONDE TU DESEO?

Y no me estoy refiriendo al deseo de tu ego, no. No estoy hablando del deseo que te vincula con la carencia, con lo superficial, con lo banal y con lo que sólo es capaz de darte placer a corto plazo.

Me refiero al deseo de tu alma. A eso que ni siquiera debería llamarse deseo porque es mucho más grande y poderoso que el simple hecho de desear. Me refiero a aquello que te hace levantarte cada mañana, que es capaz de despertar la alegría profunda de tu corazón. Que te conecta con el verdadero sentido de todo. Ese impulso que te invita a vivir y que sin él sientes vacío, escasez y carencia. A ese deseo me refiero. A eso que sabes que es tu plenitud. ¿Dónde crees que está? 

Piénsalo. 

¿Dónde se esconde? ¿Dónde está tu deseo infinito de amar? ¿y ese trabajo en el que puedes manifestar toda tu potencialidad y que te hace sentir feliz? ¿Dónde está la casa que te permite aprender sobre tu individualidad? ¿y esa persona que te ayuda a ser más grande? ¿Dónde está? En ningún lugar. No está allí, no. Tampoco está en el mañana. Su existencia no depende de tu esfuerzo, de tu trabajo o de tu búsqueda. No. Tampoco está por venir. Eso que sabes que necesitas materializar en tu vida para seguir adelante, lo que sea, abundancia, un compañero, una casa, paz interior, lo que sea, es una vibración que ya existe. Vive en el presente, en el ahora. Ya es. Forma parte de tu energía y siempre ha estado ahí. Nunca se ha escondido, jamás lo ha hecho. Te he hecho una pregunta trampa. Perdóname.

Eres tú, repitiendo sin parar patrones de miedo, de culpa, de duda y de no merecimiento quien se ha alejado de lo que ya está en ti. Te invito a que cierres tus ojos y te preguntes dónde está eso que tanto deseas y qué es lo que hasta ahora te ha impedido que tome forma. Te vas a dar cuenta que ya es parte de ti porque puedes pensarlo, puedes verlo y puedes sentirlo. Materializarlo únicamente depende del amor que sientas hacia ti.

Piénsalo.

¿Dónde se esconde tu deseo? 

Muy feliz presente,

Almudena Migueláñez.