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LOS HOMBRES y EL CÁNCER DE MAMA

Esta pasada semana se ha celebrado el Día contra el cáncer de mama. Las personas que me conocéis y que habéis leído mi libro sabéis de mis resistencias y del miedo que me produce hablar de "la lucha contra", de guerra y de enfrentamiento. De la sensación de peso en la espalda que siento cuando alguien me dice que, por haber superado una enfermedad, soy "una guerrera". Nos olvidamos del poder ilimitado que tienen las palabras.

Ese mismo día, recibí un mensaje de un "primo" que está leyendo Es lo que Tú quieras y me encanta (Incipit Editores): "No sé si ese es uno de los objetivos de tu libro, pero desde que comencé a leerlo estoy mucho más concienciado que antes de lo que supone o puede suponer para una mujer tener cáncer de mama". Tu mensaje, Javi, me hizo caer en la cuenta de lo importante que es hacer partícipes a los hombres de una enfermedad tan femenina como el cáncer de mama. El sostén que aporta lo masculino es, desde mi punto de vista, fundamental para que lo femenino pueda hacer el proceso de introspección necesario cuando tienes cáncer.

La cuestión es que para recibir ese apoyo, nosotras también debemos comprometernos a compartir nuestra experiencia, nuestros miedos y miserias, porque si no lo hacemos parece difícil que el hombre pueda darnos eso que, de forma innata, da: fuerza, apoyo, voluntad y acción. Pero además, tu mensaje me invita a saldar una deuda pendiente con los hombres que me acompañaron durante el tiempo que estuve enferma. Nunca pensé en lo difícil que puede ser para un hombre, un padre, un amigo, una pareja sostener la vulnerabilidad de una mujer con cáncer de mama. No pensé en el miedo que no me mostraron para protegerme y que, de alguna forma, tuvieron que gestionar. Los hombres, gracias a Dios, también lloran. No pensé en lo importante que fue el apoyo lleno de seguridad, de acción, de decisión, de voluntad, que aportaron las figuras masculinas de mi entorno, empezando por mi padre. Por eso, por toda esa fuerza y apoyo, por vuestra voluntad y capacidad para ayudarme a ponerme en pie, por vuestra vulnerabilidad, a veces oculta, y vuestra disposición para continuar, gracias.

Almudena Migueláñez

Photo by Victor Freitas

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