Desapego

DEJAR IR

Dejo ir todo lo que me hizo daño. Me libero de todo lo que me causó sufrimiento y a lo que, durante mucho tiempo, me aferré con uñas y dientes por miedo a la soledad y al vacío. Preferí dolor a no tener nada. Suelto todas las creencias que he construido sobre mí, sobre ti y sobre todo. Dejarlas ir asusta, sí, pero también sana.

Dejo ir todas y cada una de mis expectativas. Sin ellas soy libre y puedo, de verdad, recibir. Suelto todo lo que me llevó a conformarme y a aceptar tus migajas. Lo hice por la falta de fe en mí, pero ahora ya puedo soltar. A ti también te dejo ir. Suelto el pasado y el futuro porque quiero comprometerme con el presente, porque lo que fue solo existe si lo retengo en la mente y porque mañana es mucho más bonito si lo convierto en un papel en blanco y por escribir.

Dejo ir toda la rabia y la frustración. Retenerlas me hace daño y me enferma. Dejo ir todos mis errores y mis equivocaciones, no quiero agarrarme a ellos y que acaben haciéndome sentir culpable. Suelto mi necesidad de juzgar y de juzgarme. La dejo ir. Suelto todo lo que esperaba y sigo esperando de mí. Me libero de ser lo que no soy, suelto y dejo ir mis trajes.

Suelto todo a lo que me aferro, todo lo que deseo, todo lo que no quiero y todo lo que sí quiero. Dejo ir todas mis resistencias y mis inseguridades. Suelto mis deseos para tenerlos. Dejo ir mis resistencias para que no me sometan, y me libero de los apegos porque me matan por dentro. Suelto lo que esperaba de ti, la idea que tenía de quien eras, lo hago porque es la única forma de reinventarnos y de poder conocerte. Dejo ir las preocupaciones, así creo espacio para que todo se coloque. Me desprendo y suelto el miedo. Adiós, yo no soy eso. Te transito, te abrazo, y después te suelto. Ya no te creo.

Dejo ir porque solo así puedo fluir y abrirme a la vida. Dejo ir porque solo así logro vaciarme para poder llenarme de nuevo. Dejo ir porque al soltar me libero de mi prisión y puedo transitar por cada experiencia, por cada emoción y hacerlo sin apegos.

Retener pensamientos, sufrimiento, expectativas, heridas, culpas nos encadena. Estamos en temporada de eclipses. Es buen momento para comprometernos y dejar ir todo lo que no nos permite avanzar, todo lo que no nos sirve.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Matthew Henry