Eres fuerte, valiente, resiliente. Si quieres, eres capaz de lograr todo lo que te propones. También eres sensible, vulnerable, creativo, espontáneo, apasionado, intenso, paciente, constante, resistente, perseverante, flexible, abierto, comunicativo, divertido, risueño, alegre, enfocado, curioso, listo e inteligente. Eres honesto, humilde, generoso, intuitivo, libre, único, independiente, diferente, auténtico, trabajador, constante, responsable, inocente, servicial, amoroso, entregado, abierto, cariñoso, compasivo, poderoso.
También eres impaciente, dependiente, tienes miedo, sientes que no puedes, tienes celos, vergüenza, envidia, te enfadas, sientes ira, frustración, culpa, rabia. Dudas, no sabes, te desesperas, te evades, te dispersas, te victimizas, generas muchas resistencias. Juzgas, te juzgas, te obsesionas, te limitas, te infravaloras, te rechazas, a veces hasta te odias.
Atacas, te defiendes, te apegas, no avanzas, procrastinas, desconfías, te pones rígido, muy frío. A veces aparece la soberbia, la vanidad, la prepotencia.
Solo cuando aceptas sin ningún tipo de juicio que eres todo es cuando puedes encontrar paz. Si únicamente nos identificamos con una parte de nosotros, la otra, la que no nos gusta, la que rechazamos y que queremos tapar, todo aquello que no queremos ser, lo proyectaremos fuera, nos limitará y nos someterá.
Lo que somos, todo, es sagrado, porque todo, en sus dos polaridades nos sirve para transformarnos y evolucionar.
Feliz presente,
Almudena Migueláñez.