Creciendo

¿AUTOESTIMA?

Nunca le he dado mucha importancia a la autoestima, quizá porque es una energía que solo existe en el plexo solar y que, por lo general, resulta difícil de dirigir y controlar: con rapidez nos puede llevar a la vanidad o a la infravaloración y autoexigencia más burda.

En la autoestima hay implícita una clasificación de lo que valoramos y de lo que rechazamos, de lo que consideramos bueno y "digno de" y de lo que no. La autoestima valora aquello que ve interesante, bonito y grandioso en ti, y al hacerlo, como todo tiene su opuesto, niega y excluye otra parte de lo que eres. La autoestima contiene un juicio que te condena a una definición limitada de ti mismo. La autoestima es ego.

No niego que en una primera fase de evolución pueda ser necesaria una cierta estima que nos proporcione un inicial contacto y valoración de nosotros mismos y que nos pueda ser útil para conectar con una forma superior y más pura de relación interna,  pero si únicamente aprendemos a vernos desde ahí, nunca llegaremos a descubrirnos como seres completos, más allá de los límites contaminados y llenos de filtros y juicios del ego. Lo que la autoestima hoy valora como positivo en ti, puede ser que mañana lo exagere y lo exprima tanto que se transforme en tóxico o en defecto y carencia. 

Por el contrario, la autoaceptación realista, consecuencia de un profundo conocimiento de quiénes somos, de nuestra naturaleza, nuestras potencialidades, polaridades, sombras, miedos y quiebras mentales es, sin duda, mucho más transformadora y auténtica que la mera autoestima.  

La aceptación de uno mismo es amor completo, es la reconciliación interior con todas las partes de nuestro ser. Es la consecuencia de una experiencia de reconocimiento e incondicionalidad interna mucho más elevada y profunda que la autoestima. La autoaceptación es, como dice una buena amiga mía, humildad. Es entender que eres algo mucho más grande que lo que tu ego cree, es entender que los filtros y criterios de la autoestima no siempre son verdaderos, es la autoconfianza plena en la autenticidad de quien eres.

La autoaceptación provoca relajación, ausencia de juicio. Provoca plenitud y abundancia, alegría de ser y una fe profunda en uno mismo.

¿Has probado a aceptarte total y completamente de la misma manera que te acepta el Universo?

Feliz presente.

Almudena Migueláñez.

PLUSCUAMPERFECTO

Más que perfecto, así es todo lo que sucede en nuestras vidas, pluscuamperfecto.

Sé que tienes deseos, objetivos, anhelos, yo también los tengo. Y sé que gran parte de tu esfuerzo de hoy te gustaría que fuera tu recompensa de mañana. Lo que sucede es que a veces mañana no hay recompensa, o no es la que esperabas y entonces tu ego, vestido con el traje de justiciero impaciente, te dice que eres una víctima del azar, que la vida tiene algo de injusto, que no lo lograste por causa del otro, que lo hiciste mal, que tienes que esforzarte más, o vete tú a saber.

Lo realmente importante es que primero consigas identificar si tus anhelos y deseos son los que hacen vibrar a tu corazón, si son los que te hacen querer estar vivo y continuar.

¿Sabes qué hace que tu corazón vibre? ¿sabes que te hace realmente feliz? Este es el primer paso. Si has conseguido hacer "clic" y localizar eso que es una verdad para tu corazón, entonces inevitablemente se manifestará. Pero se manifestará en el momento perfecto para ti, y ese momento no tiene por qué ser el que tu ego considera, de hecho, generalmente no tiene relación directa.

En el Universo no existe el azar porque el Universo es pluscuamperfecto. Todo existe y todo ocurre por una razón y todo lo que en este preciso momento te está sucediendo es lo que te tiene que suceder, ni más ni menos. Si todavía no has logrado ver en tu vida lo que ya vibra en tu corazón, si todavía no se ha manifestado no es porque lo estés haciendo mal, ni porque se hayan olvidado de ti, no. Es porque todavía hay una pieza del puzzle que está por encajar y encajará, aunque tu ego no lo crea, encajará. 

Lo que a tu corazón le hace vibrar es lo mismo que a tu Alma le hace vibrar, es una sola cosa y tu Alma es la parte de ti conectada con el Todo pluscuamperfecto. Tu ego no tiene ni idea, pero tu Alma sí y si conoces eso que amas desde el Alma, ten presente que su manifestación será perfecta porque tu Alma sabe mucho más de ti que tú, porque tu Alma te ama mucho más de lo que tú te amas a ti. Pero tu Alma no necesita de tu impaciencia,  ni de tu juicio, ni de tus dudas, tu Alma necesita que vivas presente, vibrando en lo que deseas y dejando que todo sea pluscuamperfecto.

Feliz presente.

Almudena Migueláñez