CUIDA DE TI

Cuida de ti, dedícate tiempo, todo el que sientas que precisas. Sé paciente contigo. Piensa en lo que harías si alguien a quien quieres estuviera pasando por lo mismo que tú. Date lo que das, o por lo menos empieza a tenerte en cuenta, a ser consciente de que existes, de que sientes, de que también necesitas. Hazlo diferente, puedes empezar por pequeñas cosas. Lo de fuera solo empezará a cambiar, si lo de dentro se mueve.

Pon en valor lo que has logrado, no es justo que solo te fijes en lo que crees que te falta. Juzgarte nunca va a ser la forma de crecer ni de mejorar. Solo el amor sana. Si todavía te criticas, no pasa nada, pero por lo menos pídete perdón, así podrás comenzar a cambiar tu vibración.

No te compares, lo que estás viendo con tus ojos físicos nunca es la realidad completa. Sin embargo, tú lo tienes todo dentro, no te falta nada, solo tienes que redirigir tu atención, de fuera a dentro. Siente. Sin más. Siente, ve al cuerpo físico y deja que tus emociones se expresen. Las respuestas que buscas están en tu corazón.

Y qué ocurre con tu mente. Que te atosiga, te angustia y te asusta. Deja de creerte lo que te dice, cuestiona lo que piensas, obsérvalo, míralo sin regalarle una reacción, así convertirás a tu mente en una aliada, así podrás comenzar a elegir lo que piensas, así podrás comenzar a crear tu realidad con consciencia.

Las deudas con uno mismo se pagan. No sigas renunciando a ti. No sigas dejándote para mañana. Priorízate, así tendrás mucho más espacio para dar de corazón, para compartirte, para estar en paz, para irradiar amor.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Tomoko Uji