AL PASADO

He escuchado muchas veces que no debo mirarte, que lo mejor es olvidarte. Me dicen que lo importante es estar presente, vivir el ahora, soltarte. Lo que pasa es que yo creo que sin ti, sin saber mirarte, sin honrarte y sin perdonarte es imposible que pueda vivir con libertad el presente y mucho menos poder construir un futuro.

Yo te necesito, porque gracias a lo que he vivido contigo soy como soy ahora, porque gracias a todo lo que no me has permitido, a todos los desafíos y frustraciones ahora sé lo importante que es perdonarte.

Tú, pasado, para mí eres sagrado, y acudo a ti cada vez que necesito recolocar y ordenar mi presente. Te miro cada vez que me pierdo y que he dejado de encontrar sentido. En ti es donde puedo ver todo lo que he logrado, todo lo que no he conseguido. Tú me permites ver mi vida con la perspectiva que da el tiempo, pero sobre todo me enseñas a perdonar lo que no pudo ser, todo lo que me hizo sufrir, a agradecer lo vivido, me das la posibilidad de rescatar aprendizajes, experiencias y momentos únicos. Gracias a ti recuerdo, y esos recuerdos me sirven para darle sentido a lo que estoy viviendo ahora. Esos recuerdos me sirven como impulso y motivación. También son avisos.

Eres el guardian de mis heridas más profundas, esas que me hacen vulnerable y humana, por eso no quiero olvidarte. Siempre tendrás un lugar en mi corazón.

Somos el resultado del pasado, y la relación que tenemos con él es importante. Nuestra libertad depende de eso. Vayamos a dar un paseo por allí, veamos si todavía hay resentimiento, si lo pensamos con amargura o hemos sido capaces de conectar con la aceptación. Miremos con honestidad nuestras heridas, sepamos darles un espacio, pongamos en valor lo que tenemos detrás. Ahí es donde se encuentra nuestra libertad.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez

Photo by Austin Mabe