CONSCIENTE

La expansión de la consciencia es la progresiva revelación del Espíritu en nosotros a través del trabajo del Alma.
— Maria Flavia de Monsaraz

Despertar no es un cuento de hadas. Hacernos conscientes duele, a veces tanto, que preferimos seguir dormidos y anestesiados. Para poder encontrar la luz que habita dentro de cada uno de nosotros, antes, debemos de tener la valentía de afrontar nuestra oscuridad. Cuanto más escapamos de nuestra propia sombra, más inconscientes nos hacemos. Más alejados de la posibilidad de redención. Convertirnos en personas conscientes es un desafío para cada uno de nosotros y también una obligación. Tarde o temprano despertaremos, porque recuperar nuestra consciencia es un proceso inevitable, porque todo lo que experimentamos nos está invitando, a veces incluso forzando, a hacernos cada día más conscientes. Porque, en realidad, es la única razón por la cual encarnamos.

Se trata de caminar por el sendero del autoconocimiento. Se trata de volver a encontrarnos con nuestro maestro interno. Y para ello, necesitamos un fuerte compromiso y un interés sincero. Debemos transitar por todas nuestras experiencias con la firme certeza de que cada una de ellas esconde la oportunidad de despertarnos de ese profundo letargo que, poco a poco, y sin casi darnos cuenta, nos está matando. Se trata, al fin y al cabo, de volver al amor y de entregarnos por completo.

Ser conscientes es ser capaces de realizarnos, y para eso, necesitamos responsabilizarnos de nosotros mismos, porque solo si nos asumimos, podremos llegar a cumplirnos. La responsabilidad es la antesala de nuestra consciencia. Ser responsables significa que hemos integrado que nada nos es ajeno, que de nosotros depende que las cosas cambien, que lo externo por sí solo no va a poder salvarnos, que nosotros somos, o nuestros libertadores o nuestros propios verdugos, depende de lo que hayamos elegido. Ser responsables significa que hemos aprendido a respetar nuestros límites, a escuchar lo que sentimos, a ocuparnos de lo que necesitamos y a regular nuestra energía. Responsables y conscientes son dos palabras que dicen lo mismo.

Necesitamos reencontrarnos con nuestra parte consciente para poder comenzar una nueva vida. Para poder cumplirnos, para poder experimentarnos de forma plena, para poder exprimir nuestros talentos, para saber aceptar lo que es inevitable, para no volver a ser víctimas, para no dejarnos manipular, para que lo de fuera no pueda ser una excusa, para que el juicio no nos intoxique, para que cuando llegue la hora de recapitular, tengamos la certeza de que siempre fuimos íntegros, honestos con nosotros mismos, y respetuosos con nuestras necesidades. Para que nunca más vivamos a medias, para que estar aquí, de verdad, merezca la pena.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Noah Silliman

Photo by Noah Silliman