NO, NO LO ES

NO, NO LO ES

Aceptar no es resignarse, no, no lo es.

Aceptar es permitir que las cosas sean como son en este momento.
Aceptar es dejar de luchar contra ti y contra todos.
Aceptar es entender que hay cosas que nunca podrás entender.
Aceptar es confiar en que, pese a no comprender, lo que sucede es lo que debe ser.

Aceptar no es resignarse, no, no lo es.

Aceptar es dejar de enfrentarte a tu realidad.
Aceptar es abandonar el sufrimiento que te provoca la lucha.
Aceptar es abrir el camino para poder cambiar esa realidad.
Aceptar es darte la oportunidad de ver lo que está sucediendo.
Aceptar es poder aprender sobre aquello que está sucediendo.

Aceptar no es resignarse, no, no lo es.

Aceptar es recuperar la calma y el sosiego interior.
Aceptar es lo que te permite despertar toda la fuerza que hay dentro de
ti para poder continuar.
Aceptar es lo que te lleva a transformar. Sí, transformar. Sea lo que sea
lo que estés queriendo cambiar, primero y antes de nada, debes aceptar.

Aceptar no es resignarse, no, no lo es.

Aceptar es amar.
Aceptar es confiar.
Aceptar es avanzar.
Aceptar es evolucionar.

Solo el que acepta es capaz de amar.

Almudena Migueláñez