Esta mañana compartí un Curso de Registros Akáshicos con alguien muy especial, una persona que tiene mucha luz, una maestra, una alumna que me ha hecho recordar algo que nunca, nunca deberíamos olvidar:
Hace unas semanas, en el transcurso de una meditación guiada, lancé una pregunta que me hice a mi misma hace ahora un año:
Si fueras a morir ahora, ¿qué sientes que te ha quedado por hacer? ¿por qué razón no deberías morir todavía? Lo que ella sintió al oir mi pregunta fue que no podía irse sin haber experimentado por completo el amor incondicional.
Hoy, ella, me ha recordado al contarme su vivencia, lo importante que es vivir de todo corazón. No podemos morir, no deberíamos irnos de aquí sin antes habernos comprometido a vivir con amor, con cariño y con compasión hacia nosotros mismos, hacia todo lo que sucede en nuestras vidas. Con amor hacia la experiencia completa de vivir. No podemos dejarnos morir apoyándonos en el juicio, la vanidad, la resistencia o cualquier otra forma de miedo. No podemos renunciar a encontrar la verdad, la Esencia de vivir.
No podemos morir sin antes descubrir toda la luz que llevamos dentro, no podemos abandonar y decir adiós sin habernos regalado la experiencia de vivir con todo el corazón, y vivir con todo el corazón es despertar la compasión, la aceptación, la confianza, la vulnerabilidad, la alegría, la ausencia de juicio, el optimismo y el perdón.
¿Por qué todavía no puedes morir?
Feliz presente.
Almudena Migueláñez
