DEFECTUOSO

No. No lo eres.

No te faltan piezas, no eres defectuoso. No existe nada dentro de ti que sea erróneo, que esté equivocado, que sea malo o negativo. No te falta nada. Tampoco te sobra. No te sobra miedo ni rabia, ni dolor. De verdad que no. No te falta voluntad, ni capacidad para perdonar. De verdad que no.  

Intentamos arreglarnos. Queremos cambiar piezas como si fueran cromos, un poco de miedo por un poco de amor. Queremos deshacernos de todo eso que creemos que está defectuoso en nosotros. Nos afanamos en buscar a ver si encontramos fuera todo aquello que nos falta. Nos han dicho que vinimos con defecto de fábrica.  

Hacemos cursos, vamos a terapia, probamos con Gestalt, Reiki, terapia regresiva, nos cuentan que no sé quién hace un tarot maravilloso y allá vamos, constelamos, vamos al psicólogo, y leemos libros a ver si entre sus páginas encontramos algo que nos haga poner el dedo y decir: "ajá! esto es lo que me falta, encontré la forma de arreglarme". De tapar el defecto que existe dentro. Eso que me hace creer que soy incompleto, imperfecto, defectuoso.

Y eso es mentira. Una poderosa y gran mentira. El punto de partida de todo nuestro trabajo es erróneo porque se basa en la falta de amor y de aceptación hacia nosotros mismos, en la ceguera y la incapacidad para mirar dentro. Nuestra premisa es que hay defecto, es que hay cosas, como el miedo, que son piezas para el desguace. Y eso es mentira. Una poderosa y gran mentira.

Somos seres completos y perfectos entre el caos de nuestra imperfección. Todo eso que vemos como defecto es una pieza clave en nuestro proceso de descubrimiento y de crecimiento. No son defectos para ser cambiados. Son partes de nosotros para ser reconocidas, aceptadas y abrazadas. 

Bendita terapia siempre y cuando sea para ayudarnos a crecer y a profundizar en nuestra capacidad para perfeccionarnos espiritualmente. Benditos libros si son para recordarnos que todo lo que buscamos en ellos lo tenemos dentro. Que somos perfectos, que no hay defecto. Benditos talleres y benditos cursos si nos sirven para recordar que el amor y el respeto hacia nosotros mismos es el único camino. Benditos, si al hacerlos, recordamos que somos poderosos, que lo que el ego ve como defecto es una parte perfecta de nosotros mismos, importante y necesaria para nuestro crecimiento. 

Nada se transformará de verdad en nosotros si partimos de la idea de que somos defectuosos, de que hay carencia.

Pregúntate si quieres crecer y continuar conociéndote porque te aceptas, te amas y respetas o si lo que estás buscando es ser algo diferente de lo que eres porque no te quieres, te rechazas y te ves defectuoso.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Sergio Capuzzinati