EGO
Creer que eres distinto, mejor o peor que otro, es ego.
Esa venda que tienes puesta en los ojos es propiedad de tu ego.
Pre-ocuparte, es decir ocuparte de aquello que todavía no ha ocurrido y hacerlo desde el miedo, es ego.
El miedo es ego.
Los pensamientos que te limitan y te hacen pequeño son pensamientos que brotan de la mente del ego.
El control es ego.
La necesidad es ego.
El juicio hacia tí y hacia los demás, sí, es ego.
La mentira y tus trajes son ego.
Querer ayudar en vez de servir es ego.
El deseo es ego.
El apego, cualquiera, es ego.
El quererte por tus logros y conquistas es quererte desde el ego.
Odiarte por tus fracasos y desdichas es vivir escuchando a tu ego.
El juez que te castiga y te culpa es uno de los vestidos que
se pone tu ego.
La víctima que escapa de su responsabilidad es la amante del ego.
El pasado solo existe en la mente de nuestro amigo el ego.
Quien al oido te está diciendo “no puedes” es tu ego.
El que desconfía y sospecha es el ego.
El que se impacienta y cree poder saltarse las reglas es tu ego.
El que te va a permitir descubrir quién eres realmente es tu ego.
A quien tienes que integrar y sanar es a tu ego.
A quien debes dar las gracias por estar aquí, en esta
experiencia, es a tu ego.
Almudena Migueláñez