Y si hoy no...
Y si hoy no tuviera pensamiento para darte, entonces podría ofrecerte lo que sé que a mi me ayudaría:
Un abrazo en medio de tu tormenta, una sonrisa entre tu llanto y un "te entiendo" para tu desconcierto.
Un "confía y pase lo que pase siempre confía" cuando sientes que todo ha perdido el sentido.
Y entre lucha y lucha, un poco de merecimiento,
eso te ofrecería, merecimiento.
Solo la calma te regalaría, recordándote que todo ocurre en el momento y de la forma perfecta. Calma y paciencia porque sé que a mi me ayudaría.
Por supuesto, te sujetaría y poco a poco dejaría que tú mismo lo hicieses para que sintieses que dentro de ese mar de emociones, eres capaz de sostenerte.
Como un espejo te reflejaría para que vieses, en medio del autocastigo, la inocencia que escondes.
Y siempre y sin ningún pensamiento, respiraría a tu lado, para que esta vez seas tú quien me recuerde la inmensidad de la vida.
Con un gracias me despediría para poder devolverte así tu infinita alegría.
Almudena Migueláñez